b u s c a r

20 de octubre de 2011

a veces se me olvida que me gusta escribir. hay días que lo único que digo son las babosadas de mi twitter. a mi no me enoja que las personas escriban con faltas de ortografía, pero soy cuidadosa con la mía. cuando huelo mis manos apestadas a tabaco desearía no fumar. el café huele muy bien, a eso me gustaría que olieran mis manos. me gustaría deshacerme de todas las palabras grandotas y complicadas de mi vocabulario. a veces creo que me gustaría escribir para niños. hay días que mis cobijas me rehusan el permiso de salir de mi cama, como hoy. pueden pasar días enteros y yo aprendo a ignorar mis tareas muy bien. no trabajo bien bajo presión, y envidio a la gente que sí puede hacerlo. otras veces le pongo shuffle a la música y puedo pasar 50 canciones sin saber qué quiero escuchar. hay días que me caigo bien por despistada. hay días que odio mi falta de atención. todos los días te extraño. muchas veces el yogurt me da mucho asco. la mayoría de los días creo que aunque escriba, pocas personas me leen. hay días que se me antoja sacar mis tenis viejos, los que eran de la suerte. hubo un día que me puse mis tenis de la suerte y mi perro perdido regresó a casa. algunas pláticas las digo refiriéndome a mí como si siguiera viviendo en el df. muchos días, odio ese error. hay veces que no sé ni lo que digo. hay veces que no me importa repetir la misma palabra una y otra vez. hay días que no me importa quién esté leyendo. a veces me gusta escribir algunas líneas aquí porque tengo la idea que así mis trabajos teóricos fluirán más fácil.