b u s c a r

22 de octubre de 2013


Maldigo los días de introspección.

Estar en casa trabajando (... con muy poco trabajo), me ha llevado a dos principales acciones: fumar como puta y pensar.
Pienso en mi vida; en los pasos que he dado, en lo que he regresado. Evalúo; ¿estoy feliz? ¿hago lo que quiero? ¿vale la pena? ¿tomé buenas decisiones? ¿he crecido? ¿soy mejor? ¿ya soy lo que quería ser de grande?
Me acuerdo de los tiempos en que pensaba que todo era mejor. Ahora creo que eran mejores porque eran más banales. Procesos de la vida, supongo... en el momento las preocupaciones no parecían tan burdas, en retrospectiva todo se ve más meh.
No voy a borrar nada de esta entrada; necesito purgar mi mente.
Puede que la realidad para personas alrededor mío esté cambiando rápido y mucho, y eso me haga pensar.
Me caga que las personas crean que saben más de mí de lo que yo sé. Que si es mi amigo o no, que si yo he vivido cosas parecidas o no, que si no lo entiendo, que si no merece mi preocupación.
Siento que me están vendiendo promesas falsas, y que estoy aguantando por verlas cumplirse. Siento que me armo de valor porque la esperanza es lo último que muere.
Me caga ser tan insegura. Dudo mucho, de todo, de todos. Y en la primera oportunidad voy soltando mi frasesita de "en la vida hay que tener muchos huevos". Y los tengo, me los he probado, me esfuerzo, y de todas formas terminan los días y yo sigo sin saber para qué hice lo que hice.
Me falta, mucho, mi familia. Incluyo en mi familia a mis amigos cercanos. Me faltan sus abrazos, sus fuerzas y sus aplausos. Me falta sentir que "happiness is only real when shared". Compartir éxitos y tristezas. Es duro buscar palabras de apoyo y no tener a quién recurrir. Me entristece tener que contar mis vivencias por cualquier medio menos por persona.
Estar enamorada es padrisimo, pero también es difícil.
Me da envidia la yo pasada que estaba tan segura de quién era, de su identidad y su lugar. Llevo tanto tiempo tan perdida que siento que mi silueta se empieza a difuminar.
No la extraño. No extraño los dolores que he vivido. No extraño el desamor. No extraño mis indecisiones. No extraño un plan. Extraño cosas bien tontas. Extraño los jardines. Extraño el sol quemando mi brazo en el tráfico. Extraño los mensajes y detallitos que emocionan, las maripositas de la panza. Extraño mi edredón viejo. Extraño los pies en la alberca. Extraño las noches sin ruido. Extraño ser la chiquita chiqueada. Extraño cagarme de risa.
Últimamente sueño mucho con años pasados. Sueño con Dublín y sus personajes. Sueño con mi hermano. Creo que me falta sentir que descubro cosas nuevas.
Me preguntaron si viviría con mi novio, y se sorprendieron cuando dije que después de tres años y cacho, todavía no. La mitad de mi semana ruego por tenerlo más cerquita, por poder pedirle que me ayude cambiar el garrafón, o que me caga que yo siempre tenga que hacer la cena. Algún día querré vivir con él, pero por el momento me gusta pensar que aún no ha llegado el momento en que mi vida sea la suya, que todavía no despertaré a su lado todas las mañanas. Que él tiene su mundo y yo el mío y nos amamos por saberlo compartir.
Extraño a vane y a ale. Extraño verlas y pensar en planes diferentes para salir de la rutina y acabar, como siempre acaba esa conversación, haciendo un picnic en el parque metropolitano.
Quiero ver a los foo fighters en vivo. Quiero salir de México un rato. Quiero, definitivamente, salirme del DF. ¿Cómo jodía por no quererme ir, no? Pinche DF es hermoso, y abrumador, y cansado, y agresivo, y maleado.
Cada vez me aburre más la gente. Me preocupa mi hermitañez y mi impaciencia. Pero es que, ah, ¿qué pedo con la gente de este siglo?
Siento que me falta una ultra-mega-peda, en la que baile muchísimo y no me importe quién esté a mi lado, ni qué esté sonando, ni qué hora es, ni cuánto cuesta, ni qué mensajes hay en mi celular, ni cómo regresé a mi casa, ni si regreso a mi casa...
Quiero, por el momento, regresar mi cerebro a las configuraciones de fábrica. HARD RESET.

S.


14 de agosto de 2013

Rule #22: When in doubt, know your way out.

En la vida y en los apocalipsis zombies, asegúrate de conocer el camino que te regresará entero a casa (en todos los sentidos).

21 de enero de 2013

Antes de que termine enero.

¡Feliz año!

A los que terminaron la carrera, a los nuevos ninis, a los que llevaron las albercas inflables de chelas y las botellas de jager, a los que viajaron por vernos, a los que nos hicieron viajar para verlos, a los que lo vieron todo perdido, a los que se animaron a empezar otra vez, o reanudar en donde se quedaron, a los que gritaron/cantaron "Times likes these" con las ventajas abajo y el sol en los antebrazos, a los que se rompieron algún huesito, a los que ya sanaron, a los que se fueron de casa, a los que tanto extrañamos, a los que nos vamos, a los que nos pasaron música nueva, al que cedió su chamarra para que no pasaras frío en el corona, al que chismeó "¡¡ahí viene Ceremony!!", a los que me hicieron llorar, al que se río por lo chillona que soy, a los que chillaron conmigo, a los que no se les olvida como bailar, a los que ya no aguantan en el slam, a los que dejaron el alcohol, a los que ya lo retomaron, a los que van a dejar de fumar, a los que nos vamos a poner buenotes, a los que quieren cosas grandes este año, a los que a veces se les olvida que el mundo sigue siendo bonito, a los que están perdidos, a los que están en camino, a los que nunca se pierden sólo se nortean, a los que ya se encontraron, a los que encontraron a su otro, a los que no se quieren dejar ir, a los que cambiaron los "yo nunca seré así" por los "híjole pues es que uno nunca sabe", a los mandilones, a los solteros, a los que ya no quieren ser solteros y los que ya no quieren ser mandilones, a los que perdieron un amor, a los que descubrieron que solitos pueden, a los que caímos, a los que le echamos ganas para seguir levantándonos, a los que vieron tatuajes en todos los lugares de internet posibles, a los que guardaban los que "igual me lo podría hacer", a los que se tatuaron, a los que tuvieron los mejores orgasmos, a los que les dieron los mejores orgasmos, a los que de plano no tuvieron, a los que les incomoda hablar de sexo, a los que cambiaron de sueños, a los que se rompieron la cabeza por darte el mejor regalo del año, a los que "una chela y nos vamos", a quienes tragamos toda la tierra que salía de los tenis brincando al sonido del rock, a los que escucharon "Eres" en vivo otra vez y aceptaron que la mera verdad es que sí es una canción bien bonita, a los que nos debieron canciones en conciertos, a los que aprendimos a comer menudo, a los que ven películas abrazaditos, a los que les da calor y te empujan al otro lado del sillón, a los que todavía caminan agarrados de la mano, a los que se volvieron exageradamente amantes de su perro, a los que durmieron con calcetines y despertaron sin ellos, a los que no saben ni donde durmieron, a los que extrañaron, a los que nunca dejaron de escribir, a los que se quedaron un poquito más calvos, a los que ya no lloramos instantaneamente si vemos una cucaracha, a los que se quisieron un poquito más, a los que quisieron muchísimo más, a los abrazárboles, a los punks, a los que creíamos que AMLO iba a ganar, a los que no aguantamos las lágrimas cuando fue EPN, a los que se unieron a las marchas, a los que siempre les dieron hueva, a los que creyeron que Facebook iba cambiar al mundo, a los que siguen sabiendo que jamás se debe ir a fiestear sin terminar en unos tacos.

Feliz año a todos nosotros. Si algo aprendí del 2012 es que debes aprender a aceptar que si tu plan inicial fue un fracaso  y si desperdiciaste todas tus uvas, la vida va a seguir pasando, aunque tu pidas quedarte en una esquinita a llorar.

(Y la verdad es que creo que la vida va pasando y nos va trayendo, justo lo que nos toca). 

Como lo resume la gran sabiduría de la cumbia:

"Oye, abre tus ojos, mira hacia arriba,
 disfruta las cosas buenas que tiene la vida"

Y es que a veces las cosas buenas se esconden muy muy bien, para que las busques, para que te arrodilles y te arrastres y les ruegues y les jures que harás todo porque vuelvan.

La vida nos va poniendo retos. Mi año empieza con muchos de ellos. Pero voy a rogar y rogar  y hacer absolutamente todo lo que pueda para pasarlos, y encontrar el rinconcito donde está todo lo chido. Espero que ustedes –en su propia forma– puedan hacer lo mismo.

Que este año sea para todos, el mejor que nunca han vivido.

Sofía.