b u s c a r

21 de diciembre de 2011

Querido año nuevo:

Algunos años te dediqué muchas uvas para que pudiera vivirlo y nadie me contara, para que lo pusieras en mi vida, para que me presentaras a esa persona que me haría ver mi mundo como nunca lo hubiera visto, que me hiciera temblar, que no fuera uno más, un error en un bar o un mal trago como los pasados. Te pedí mucho que me enseñaras a querer de verdad. Este año todo eso no importa, olvida todo lo que te dije, te tengo un deseo distinto, un poquito más oscuro pero lo quiero de verdad.

Querido año nuevo: olvídalo todo. ¿Cómo iba eso que todo mundo dice?, ah sí... "ten cuidado con lo que pidas". El problema ahora es que sé demasiado. Ya nadie me lo cuenta, ya me conozco cuando quiero, ya conozco esos sonidos y esos sabores, y la cosa es, que creo que ya no los quiero conocer. ¿Que si no valió la pena?, seguro me vas a preguntar, "eso ya no es una pregunta pertinente" te puedo contestar. Algún día lo fue, y la respuesta era un claro sí, obviamente valió la pena, pero eso ya está de más. Lo que más quiero es a mi de regreso. Quiero a la niña que se aburría de las pláticas de los hombres en un bar, que se burlaba escéptica de los corazones enamorados, que todo lo pensaba fríamente, que no echaba de menos a alguien tan ajeno.

¿Es un deseo dificil de lograr?, pues sí, lo sé. Pero es que estoy harta del pop-funk electrónico romántico que abunda mis listas de reproducción, quiero que el punk y el hard rock regresen a mi corazón, quiero ahogarme con jagermeister y vodka para cantar a todo pulmón poison de alice cooper sin pensar en nadie que no sea yo, quiero que las calles vuelvan a ser calles nada más, que las canciones vuelvan a ser mías, quiero ser ese personaje de las novelas e historias que leo y tanto admiro, quiero tener mi vida clara, quiero saber hacia dónde estoy caminando, que la Ciudad de México vuelva a ser la ciudad de donde son mis padres y no la que quiero convertir en casa, quiero volver a esconder botellas en mi auto y fumar sin que nadie lo note. No vayas a malinterpretar mi deseo dosmildoce, no quiero que los borres de mi vida, son personas importantes para mí y me acompañaron en un tiempo muy memorable en mi historia, pero ¿no podemos guardarlos en una cajita y esconderlos muy muy profundo, a ladito de mi hígado o entre mis costillas, hasta que se me olvide lo que hacían de mí?

"Que dramática", seguro estás pensando, y pues sí, vaya que eso es una adjetivo que explico muy bien. Pero una vez más, te prometo que ya no me importa saberme así. No te pido esto sin fundamentos, lo que pasa es que yo sé bien que en mi vida hay muchas cosas, muchas personas, muchos proyectos, y todo esto conocimiento nuevo que tengo, sabe mejor que yo que en otro momento los viví más apasionadamente. Le tengo fé al futuro, a que la vida y algún otro año nuevo me traerá mejores momentos que los vividos, pero para ti que estás por llegar tengo otros planes. Y no quiero nada del 2011 en ellos. Por eso es que me quiero a mi de vuelta, y te lo voy a pedir en todas las uvas de medianoche. Si es necesario, podemos arreglar recordártelo en los duraznos, manzanas y fresas que me vaya a comer.

2012 escuchame otra vez. Al escribir esto me arriesgo a que llegue a ojos que me atemoriza que lean mis deseos, pero lo pongo en palabras para mí y para ti solamente. Para poder regresar a leerlo en voz alta cuando llegue un momento de confusión. Porque creo fielmente que las palabras lo hacen todo un poquito más real que guardarlo en pensamientos. Año nuevo recuérdales cuánto los quiero, que este deseo es por mí y no por ellos, ni por él. Diles que quiero olvidar todo para poder regresar a leer esta carta y pensar para mis adentros "ay Sofía, vaya que estabas hecha un nudito de sentimientos".

Olvídate a qué huele el df y como se sentía el viaducto lleno de camino a un concierto al foro sol, olvida cuál es el truco para abrir la puerta del departamento y conviertete en un turista más, olvídate de las palabras y las promesas dichas, de cómo no dejaba caer tu mano cuando la sostenía caminando, de cuánto cuesta el icee en los cines o la fecha exacta en la que iniciaste el año de estudios en Santa Fé. Deja muy atrás el sabor de la cerveza de barril, de los besos y del carmex de cereza que sigo sin encontrar. Olvídalo todo para que se vaya tanta neblina y pueda enfocarme en lo que me toca. En ser fría, ñoña, arriera, ciníca, sola, completa, capaz, ambiciosa, en intentar comerme al mundo, periodista, cineasta, investigadora, fotógrafa, cocinera, barman, adicta, irresposable, y sobre todo, olvidate de todo para regresar a ser feliz.

¿Ya ves año nuevo?, ves cómo ahora sí tengo razón. Cúmpleme mi deseo y permiteme olvidarlo todo. Ya verás como lejos de sus brazos y lejos de su recuerdo las palabras sabrán menos amargas y más mías.

"Good Ridance, 2011".

Atentamente

Sofía

28 de noviembre de 2011

es como un pozo. es oscuro y frío. puedes echar una moneda para ver qué tan profundo es, pero la verdad es que el eco miente bien... el golpe lo sientes cuando por fin caes.

the infrastructure will collapse.


20 de octubre de 2011

a veces se me olvida que me gusta escribir. hay días que lo único que digo son las babosadas de mi twitter. a mi no me enoja que las personas escriban con faltas de ortografía, pero soy cuidadosa con la mía. cuando huelo mis manos apestadas a tabaco desearía no fumar. el café huele muy bien, a eso me gustaría que olieran mis manos. me gustaría deshacerme de todas las palabras grandotas y complicadas de mi vocabulario. a veces creo que me gustaría escribir para niños. hay días que mis cobijas me rehusan el permiso de salir de mi cama, como hoy. pueden pasar días enteros y yo aprendo a ignorar mis tareas muy bien. no trabajo bien bajo presión, y envidio a la gente que sí puede hacerlo. otras veces le pongo shuffle a la música y puedo pasar 50 canciones sin saber qué quiero escuchar. hay días que me caigo bien por despistada. hay días que odio mi falta de atención. todos los días te extraño. muchas veces el yogurt me da mucho asco. la mayoría de los días creo que aunque escriba, pocas personas me leen. hay días que se me antoja sacar mis tenis viejos, los que eran de la suerte. hubo un día que me puse mis tenis de la suerte y mi perro perdido regresó a casa. algunas pláticas las digo refiriéndome a mí como si siguiera viviendo en el df. muchos días, odio ese error. hay veces que no sé ni lo que digo. hay veces que no me importa repetir la misma palabra una y otra vez. hay días que no me importa quién esté leyendo. a veces me gusta escribir algunas líneas aquí porque tengo la idea que así mis trabajos teóricos fluirán más fácil.

14 de septiembre de 2011

me pasaron un pedacito lindo...

nunca he leído a elizabeth gilbert. no me interesa mucho leerla... pero esto está bonito (y bien pinche cursi, están advertidos).

“People think a soul mate is your perfect fit, and that's what everyone wants. But a true soul mate is a mirror, the person who shows you everything that is holding you back, the person who brings you to your own attention so you can change your life. 

A true soul mate is probably the most important person you'll ever meet, because they tear down your walls and smack you awake. But to live with a soul mate forever? Nah. Too painful. Soul mates, they come into your life just to reveal another layer of yourself to you, and then leave. 

A soul mates purpose is to shake you up, tear apart your ego a little bit, show you your obstacles and addictions, break your heart open so new light can get in, make you so desperate and out of control that you have to transform your life, then introduce you to your spiritual master...”

1 de septiembre de 2011

visión de túnel

La tercera clase del semestre, mi maestro la inició con una metáfora que hasta risitas me sacó de lo bien que me describía.
          "¿Quién no ha pasado por la visión de túnel? Es esa que se asemeja a mirar a través de un tubo, y donde lo único que alcanzas a ver es un –me lleva la chingada–,y es el mismo túnel, el que no te permite ver todo lo que está alrededor; todo lo que ves es tu terrible sentencia."

Alguna vez escribí sobre el panorama de vida que me había abierto vivir en el DF. Durante 15 meses fui una de las niñas más felices que pueden existir. Yo sabía que me iba costar regresar a Guadalajara, pero esto, esto sí me agarró desprevenida.

       Estado actual: vivo dónde mi corazón no está, camino sin rumbo y sin cuestionarme, me siento                                     perdida, frustrada y sola. Soy un alien que se acaba de bajar de su navecita espacial.

Decir que no pertenezco a la ciudad de donde provengo se me hace una sentencia muy pretensiosa, no la diré. Lo que me he dado cuenta es que me ofrece una vida que no quiero para mí, y eso sí me lo creo. No entiendo qué pasó en poco más de un año que me hizo perder tantas cosas con las que me identificaba en esta ciudad, no lo sé, pero ya no están.

–Llevas menos de un mes Sofía, estas cosas toman tiempo–. Pues sí, paciencia. Me desespera despertar todos los días y no querer estar aquí. No puedo quitarme de encima el sentimiento de que en cualquier momento abordaré un camión a la central del norte, para cruzar a la estación de metro, para transbordar en la línea café, para llegar a casa. (¿pero qué no ves?, esta es tu casa)


Y además, dejarlo a él. Vengo a darme cuenta tantos días después, que él era la parte de mi vida que me decía "todo va a estar bien". Sumando su ausencia, y mi pocas ganas de seguirme construyendo en esta ciudad, me encuentro mirando a través de un tubo.

Me esfuerzo, todos los días, en hacer de Guadalajara mi hogar otra vez. En aceptar las consecuencias de lo que yo quise para mí al enamorarme de él. En seguir con mi vida y dejar de pensar que no es aquí donde yo debería de estar. –No te aferres Sofía, deja el DF en donde está–, ya lo sé, nunca ha sido problema para mi entender las cosas, pero, qué puedo hacer para ignorar el hoyo que tengo en la mitad del cuerpo. Alguna vez leí que a las personas que les amputan alguna extremidad, la pueden seguir sintiendo; a mi no me cortaron nada, pero juro que soy capaz de sentir físicamente la falta.

Y al final, lo que siento es que me quedé sin centro. Y sé (aún no me la creo, pero lo sé), que lo volveré a encontrar, que todo esto va a mejorar, que en algún punto el túnel tiene que terminar. Tengo muchos miedos, muchas dudas, y mucha incertidumbre. Soy una maraña de sentimientos que no es capaz de escribir un post decente, pero que necesita sacar las ideas. Soy roger -el alien- que quiere buscar la respuesta en los vicios. Soy la chica que, al parecer, vive para extrañarte. Soy la mujer que no se dejará vivir triste, aferrada a la ilusión de otra vida. Soy la niñita que llora cuando caen los recuerdos. La que odia que los días se acaben y otra vez no supe de ti, la que despierta pensando que va a encontrar a la Ciudad de México afuera de su venta, la que se aburre en sus clases y hace las tareas dos horas antes de entregarlas, la que quisiera dejar de sentir, la que busca desesperadamente el botón para adelantar todo esto. Soy una zombie cansada de estar entumida.

30 de agosto de 2011

radiohead dice por ahí:

"i'm not here, this isn't happening".


¿ya fui clara? 

3 de agosto de 2011

paciencia

¿Alguien ha logrado hacerle entender al corazón lo que la mente ya tiene bien procesadito?, ahí les encargo el tip, que yo no estoy encontrando ese equilibrio.

Aconsejo a mis amigas, les digo estupideces como "yo no creo que sea imposible ser amiga de tu ex, tu tranquila", doy abrazos y aseguro que hay personas por las que vale arriesgar todo. Y sí lo creo, él valió que  yo diera ese brinco de fé al: qué después pase lo que tenga que pasar, ahorita estamos juntos y eso es lo que importa. El problema es que aún creyendo todo esto, no puedo dejar de bajonearme cada vez que se va, no puedo quitarme los te extraño's de la lengua, y no - ni poquito- me imagino qué le voy a decir, qué me va a decir, qué vamos a hacer en diez días.

Borré el comienzo de esta entrada 4 veces. Yo sé que vendré a escribir sobre la despedida, porque lo voy a necesitar. Llevo evadiendo mis ideas por meses, sólo por el miedo de tener que ponerle palabras a esto (lo malo, es que no es tan fácil dejarlas de pensar).

Bla bla bla "good things come to those who wait", bla bla bla "yo no sé mañana", bla bla bla "all we need is just a little patience". 


Nope, mi corazón no entiende de lógica; el muy tonto namás quiere estar con su negro y pues, se me hace que hay un niña berrinchuda adentro de mí que se niega a escuchar toda razón y sensatez.



"If I can't have you right now, I'll wait dear" - estúpidos guns n' roses cools :( 

13 de junio de 2011

*inserte aquí su risa nerviosa preferida*

Estos días he tenido mucho que decir. Seguido me sorprendo pensando en entradas posibles, en títulos, en finales reflexivos, en canciones atinadas que postear. Y así como los pienso, los dejo ir; resulta que me da pánico lo que tengo en la mente - y no quiero escribirlo porque eso de ponerle palabras a lo que siento, generalmente lo hace más real-.

Sí, eso quiere decir una vez más que: ¡Hola! Soy Sofía y soy una miedosa. 

Ya lo pensaré, lo escribiré y lo nombraré... Yo lo sé. Me voy a dar un poquito de tiempo para jugar a que no me tengo que ir todavía.

(ahí está, ya dije lo que más me preocupa) 

4 de mayo de 2011

la mer






la mer
     el mar
          mi mar 
     el mar
la mer

porque podría escucharlo toda la noche
porque podría escucharte toda una noche
porque todavía me dejas fantasear


me gusta escribir por todos lados. 
me gusta esta canción.
ni modo pero, me siguen gustando tus abrazos. 
y tus besos. 


que a veces es muy bueno cerrar los ojos
(y la mente)
que a veces es muy bueno dejarte ir 
(y escribir sin elocuencia) 

quiero que me quieras más
de lo que quieres al mar. 

26 de abril de 2011

cuando tengo un mal día, lo escribo.

¿qué pasa con los días malos que me hacen venir a escribirlos?

y no ha sido uno de mis peores pero sí es de esos en que, algo te presiona el pecho hasta que te marea y ni siquiera entiendes qué es. tienes ganas de hacer berrinche nada más para sacar tanta mala vibra, pero sabes que el/ella no se merece que te desquites así. no hay motivo ni razón por la cual pararte de tu cama. y lo más difícil de ignorar es que hay uno nudo en tu garganta del tamaño del Titanic que no más no se está yendo.

damn sí, hoy es un mal día.

ya no lo quiero extrañar, ya no quiero estudiar, quiero estar bien lejos, pero me rehuso a irme de aquí.
como me pasa cada seis meses, puede que esté estresada con los finales y estoy buscando alguna excusa para sacarlo todo. y eso me lleva a una verdad del mundo mundial: odio las escenitas, pero soy bien berrinchuda. no acabo de entender si es algo que tiene que ver con la complicación de las mujeres, o con mis complicaciones, pero es que hay días en los que quieres que el mundo te abraze, te haga piojito, te traiga gomitas y no se enoje contigo si vas por la vida armando dramas.

no, mi post no tiene un objetivo, más que maldecir mi día y recordarme encontrar ese botón que me puede hacer adelantar los días malos. (al final los necesitamos para apreciar más los que son bien chidos, supongo.- pero por lo pronto, este se puede ir acabando ya-)


que al fin y al cabo si me sirve decirlo a mí, a ustedes qué si les aburre... 







maybe             i´m
            just                 crazy,
crazy              for
            you                 baby.




I want to hit you, but then I kiss you
Want to kill you, but then I'd miss you 


You drive me crazy, but I love you 
-Best Coast-

23 de marzo de 2011

saben de qué me acordé?



Una tarde en acapulco y un beso en tu coche :) 






ando malita de mi amor, se me está desbordando =/ 

            rápido, ¡¿a quién le pido ayuda?!

esto es puro des.con.trol, yo tenía todo en mis manos.


[me acordé  que sigo tarareando canciones por su culpa]


3 de marzo de 2011

cambiar de casa el alma


*maldigo el día en que no hay vídeos decentes para todas las canciones, 
pero ponerle música a estas letras, a mis ideas, en esta ocasión es demasiado importante:
 pónganle play*


Los Tres - Saco Azul by PatricioPérezRata.cl


Mi mente que extiende sus abrazos intentando aprehender todo lo que sucede a su alrededor. Mi corazón que intenta capturar todo lo que estoy sintiendo. Mi ser que lucha contra el tiempo para no llegar a olvidar quién soy yo ahorita. Mi negación por dejar mi vida como está. 

Regresando a donde me quedé la última vez que escribí (que cada vez lo hago menos *carita triste*); soy feliz. Mi carrera empieza a recordarme por qué decidí estudiarla, y el mounstro capitalino no me deja olvidar que hago aquí.  Esta vez no me interesa explayarme en esto punto (sí, sofía sí, sabemos que méxico te mueve mucho y que la gente y que el metro y que blah blah blah). Yo quiero decirte, hoy quiero pensar, en las despedidas

HOLA. Mi nombre es Sofía, vine al DF por seis meses y me quedé otros seis más. 
Llegue al DF con la promesa de regresar y no quiero volver. 
Soy Sofía, vine al DF y me enamoré. 
Hola, me llamo Sofía y me tengo que despedir


De mi hermano, de ciudades lejanas, de amistades veloces, de momentos felices y de otros muchos tristes, de ilusiones de amor, de planes y promesas. Me he despedido ya muchas veces. Mis decisiones me han llevado a situaciones donde dejo partes de mi atrás, en lugares a los que nunca he vuelto para  recogerlas. A mi mente le gusta sentirse rebelde, desapegada de casa, libre de conocer, de ir y venir, de soltar riendas y a donde me lleve el viento (por lo menos, en el ideal poético siempre me he visto identificada). No me cuesta mucho dejar casa, no me para el miedo de empezar de cero, disfruto de cambiar de aires [eso hago aquí]. 

Hasta hace poco yo creía esto: llegas a un lugar, le das todo, te da todo, te vuelves parte de él y construyes una parte de ti en sus raíces, llega el momento de partir, sufres y lloras lo necesario para entender lo importante que fue para ti, pero recuerdas la premisa de que fuiste para volver, que tienes un hogar que te espera, que un viaje es viaje porque se regresa a casa. Y en fin, regresas y las cosas son grises en lo que te vuelves acostumbrar, recurres a la tecnología para seguir en contacto de todas las personas que quisiste y poco a poco vas soltando los momentos para que se instalen en el recuerdo, los mails son más ocasionales, ves las fotos cada vez menos, dejas de ansiar estar allá y no aquí [y pasará, y todo también pasará. ya no lloro más, tengo de que reír].

Eran estos días que me atacaba el hambre de comerme al mundo. De salirme de lo conocido y buscar lo nuevo simplemente, porque es nuevo, porque es mi tiempo de hacerlo. Y aunque las despedidas duelen no te arrepientes de nada. Todo lo aprendido, todo lo querido, todo lo bailado, ¿quién nos lo quita? 

Y luego llega mi hoy. Esta vez lo siento diferente, esta vez no estoy viendo tan fácil la despedida, esta vez he perdido el rumbo de regreso a casa, esta vez, me siento ahí. 


-Sofía, ya has hecho esto. 
-Sofía, vamos, esto no puede ser tan difícil. 
-Sofía fuerza, que a todo se acostumbra uno menos a no comer. 

-No quiero estar lejos de esto. 

Y luego llega mi hoy y entiendo... Sofía está creciendo. Mi huída echó raíces en la Ciudad de México, estudio lo que me gusta en donde me gusta, mi corazón cree que es válido luchar por lo que aquí tengo, mi mente se imagina construyéndose aquí. Guadalajara no ofrece otra cosa más que regresar a terminar la carrera. Sin esperarlo, dejé atrás mi actitud -hay que destruir el d.f. que vengo de ida y vuelta- y creé una vida. Existe la sospecha que a esa nueva actitud le puedo poner un nombre, que decir que no tiene nada  que ver el amor sería mentira, pero es que mi amor va más allá de una persona. 

Llevo varios meses pensando en mi proyecto de vida, en dónde quiero estar, qué quiero hacer, en qué quiero trabajar, hacia dónde voy a crecer. Nunca antes le había prestado mucho atención al asunto, antes la vida me decía que ya habrá tiempo de pensar en eso (y siento que ya me está llegando el tiempo). Y aunque no tengo respuestas, por primera vez me siento caminando hacia allá. Mi intercambio me abrió una puerta a algo que yo no esperaba, mi rato de "cambiar de aires" me mostró los aires en donde quiero respirar normalmente. 

al amor le puedo poner un nombre.
a la ciudad también puedo nombrarla.
al proyecto una corazonada de que va por ahí. 
a los amigos les puedo dedicar lo escrito. 
al plan no le puedo poner palabras. 

¿Qué vas a hacer Sofía? 
-es que una parte muy grande de mi me dice que mi lugar está junto a ti. 

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Yo no estoy lista para que México se convierta en mi invierno del saco azul. 

20 de enero de 2011

Pero te vas a arrepentir!!!!!!!!

No, no estoy dolida esta vez. Sí, ya se que el título va para allá, pero es que el nombre de la canción (y no puedo negar que ella también) es muy buena como para dejarla pasar. Lo que me acontece es lo siguiente:

Epistemología Histórica

Teoría de la Estética y la Percepción 

Psicoanálisis de la Comunicación

Comunicación Ensayística 

Teoría e Historia de la Foto 

Resulta que, mi semestre pasado fue tan "uy mírenme soy un artista" que éste decidí llevar materias que me hicieran ahora sí pensarle hasta que te duela la cabeza y dedicarle tiempo a la escuela, regresar a ser ñoña. 
(creo que me pasé) llevo dos semanas de escuela y ya me da miedito lo que vaya a ser de mí...

sí pues, te las das de muy rockstar que todo lo puede y que te encanta la investigación y no sé qué otras pretensiones, pero TE VAS A ARREPENTIR. ya nos veremos en finales... no voy a salir de la biblioteca en 2 meses, hola ritalín, redbull como suplemento de agua y todas esas cosas. 

Les dejo el video de la canción porque pues... rockea durísimo. 




(ni les cuento que feliz soy de regresar al camino amarillo)

13 de enero de 2011

Crónicas del 2010

El inicio de un nuevo año definitivamente nos marca. De entrada, marca el fin de otro (así de obvio), nos regala un buen pretexto para voltear atrás y decir: "uff, qué ___________ estuvo el 2010". 
Este blog no aspira aún en convertirse en uno informativo, por más que crea en ellos. Esta entrada aspira a mis reflexiones en torno a lo bonito que fue mi 2010. Por ser estudiante aún, mi año se divide en el semestre de primavera y en el de otoño (así de ñoño). 

La primera mitad del año pasado fue un semestre de los más difíciles de mi carrera, de los más retadores, de los más satisfactorios, el que más me ha hecho sentir en el lugar adecuado, en una promesa de vida y encaminada hacia un futuro desconocido aún (pero vamos caminando). La segunda mitad fue mucho más significante pero en otros aspectos, unos que hace mucho no se movían de esta manera. 
Me mudé al D.F. (sueño cumplido para mí, si he de confesar), me iba a quedar 6 meses, me decidí quedar otros 6. Esta ciudad me ha sacudido hasta los cimientos, comprobadísimo que aquí tiembla con suficiente fuerza para derrumbar una ciudad entera. Mi vida como montaña rusa: de ser la persona más entregada a su carrera a aburrirme en todas las clases, de una universidad con la que me identifico a una en donde no soporto su ideología, de estar eufórica una semana a días de introspección - a veces hasta depresión-, extrañar a mi gente con el alma y cuerpo a agradecer todos los días que no están cerca de mi en estos momentos, de prometer no quererlo ni un milímetro más a dejarme llevar, de crearme nuevas reglas y seguirlas rompiendo. 
Contrario a lo que hubiera esperado de mí, esto no me molesta. La presión de las personas que me quieren y me rodean esta vez me influyó hasta cierto punto. (Sin presunción) siempre he encajado bien en lugares nuevos; esta vez yo no encontré algo con lo que relacionarme, ni siquiera mi carrera se piensa igual aquí, y me bastó poco tiempo para entender que no quería encajar en algo con lo que no me entendía, con lo que no estaba de acuerdo. Sin embargo, me costó mucho tiempo para que esto dejara de importarme. Ir a la escuela era como una mancha en mi día, las tareas eran algo que tenía que cumplir, y esa sensación nunca jamás la había vivido. Me costó tiempo, pero lo acabé entendiendo, aceptando: yo no estoy aquí para estudiar en esta universidad, lo bueno de ella es que está en el D.F., y se convirtió en el medio para poder vivir donde yo quiero. 
Alguna vez un amigo me dijo que él no saludaba  a personas que le caían mal, pues porque le caían mal; una parte de mi siempre le envidió esto, yo siempre saludo, aunque sea por cordialidad. Esta parte de mi semestre para mi fue aprender a no saludar, a ser yo, a respetarme en mis ideologías y mis aspiraciones. Con el tiempo que llevó, me dejó de molestar que mis amigos "reales" si cupieran en una sola mano (por primera vez). 
El resto de mi vida aquí ha estado parcialmente en una nube rosa. El tráfico, el frío, el metro, los museos, la compañía, los conciertos, mi desubicación, el negro smog, los atardeceres en mi balcón. Todo me ha hecho sonreír. Salir a comprar cigarros era suficiente para recordar lo mucho que me gusta esta ciudad. El trago amargo de malas materias, malos maestros (mala suerte), se borraba completamente de mi mente. Mis días se fueron bobeando. En cuanto me dí cuenta todos los planes que tenía para mi estancia aquí estaban lejos (muy) de ser cumplidos. Mi dilema fue cuestionado por quienes esperan algo más de mí (piénsalo bien, sofía), la decisión al final fue sólo mía: me quedo más tiempo (y con una sonrisita en el corazón puedo apostarle a que hice lo correcto). 
Mis días aquí también le deben mucha felicidad a una persona nueva en mi vida, que no la esperaba, que no lo vi venir, que llega cuando menos te lo esperas, que le grito a mi corazón que por favor no vaya a clavarse y que a veces siento que el corazón y la razón no son tan amigos, y que ha decidido no hacerme mucho caso, y que al final del día hay amor y que la mera verdad es que lo disfruto un montón. 
Mi 2010 como algunos de los cuadros Picasso: bonito y confuso. Aprendí de mi mucho más que en otros años, le he sufrido y me ha puesto a temblar enterita, en más de un campo de mi vida. Y entre tanto caos que fue, existe la belleza del desorden. Creo que ha sido uno de mis años preferidos.

Segura de que inicio este año con una nueva actitud, llego contenta a él. Contenta de que mis clases ya me empiezan a emocionar, veo el regreso de mi pasión académica, con mucho miedo de lo que pase en el amor <3 pero me sigue emocionando verlo, con nuevos (pocos) amigos y con los de antes que sacan lo mejor de mi y no les da miedo conocer lo peor, con unas botas nuevas bien chidas y con muchas ganas de leer mucho, escribir mucho, crear mucho, vivir mucho. Hola 2011, te prometo un semestre de primavera que nos siga sacudiendo y robando sonrisas. 

"El remordimiento es como la mordedura de un perro en una piedra: una tontería."- Nietzsche





sigo esperando el temblor  =)

11 de enero de 2011

debo mi entrada de año nuevo

(porque es necesaria, bonita, prometedora y una aspiración a escribir mucho)


[no me he dado el tiempo de pensarla]


{escribo esto con la esperanza de que:}